¿Por qué no al Fracking ni a los Yacimientos no Convencionales?
Hay varias razones por las cuales algunas personas y organizaciones se oponen al fracking (fracturación hidráulica) y a los yacimientos no convencionales:
Impacto ambiental: El fracking puede tener efectos negativos en el medio ambiente, como la contaminación del agua, del aire y del suelo. Además, puede provocar terremotos inducidos.
Consumo de agua: El proceso de fracking requiere grandes cantidades de agua, lo que puede generar problemas de escasez en áreas donde el recurso ya es limitado.
Emisiones de gases de efecto invernadero: El fracking puede contribuir al cambio climático al liberar gases de efecto invernadero, como el metano, a la atmósfera.
Riesgos para la salud humana: Se han reportado problemas de salud en comunidades cercanas a sitios de fracking, como problemas respiratorios, dermatológicos y neurológicos, aunque los estudios sobre estos efectos aún son limitados y a veces controvertidos.
Impacto en la biodiversidad: La actividad de fracking puede afectar a la fauna y flora local, alterando los ecosistemas naturales.
Dependencia de combustibles fósiles: Algunas personas argumentan que el fracking prolonga la dependencia de la sociedad de los combustibles fósiles, en lugar de promover el desarrollo de fuentes de energía renovable y sostenible.
Por estas razones, muchas personas y organizaciones abogan por la prohibición o regulación estricta del fracking y los yacimientos no convencionales, y promueven la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.
Impacto ambiental: El fracking puede tener efectos negativos en el medio ambiente, como la contaminación del agua, del aire y del suelo. Además, puede provocar terremotos inducidos.
Consumo de agua: El proceso de fracking requiere grandes cantidades de agua, lo que puede generar problemas de escasez en áreas donde el recurso ya es limitado.
Emisiones de gases de efecto invernadero: El fracking puede contribuir al cambio climático al liberar gases de efecto invernadero, como el metano, a la atmósfera.
Riesgos para la salud humana: Se han reportado problemas de salud en comunidades cercanas a sitios de fracking, como problemas respiratorios, dermatológicos y neurológicos, aunque los estudios sobre estos efectos aún son limitados y a veces controvertidos.
Impacto en la biodiversidad: La actividad de fracking puede afectar a la fauna y flora local, alterando los ecosistemas naturales.
Dependencia de combustibles fósiles: Algunas personas argumentan que el fracking prolonga la dependencia de la sociedad de los combustibles fósiles, en lugar de promover el desarrollo de fuentes de energía renovable y sostenible.
Por estas razones, muchas personas y organizaciones abogan por la prohibición o regulación estricta del fracking y los yacimientos no convencionales, y promueven la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.